La rentabilidad es fundamental pero no es lo único que importa.

Más allá de las rentabilidades existen una serie de pasos y obligaciones que en muchos casos pueden suponer un quebradero de cabeza.

Si te da miedo escoger el perfil de inquilino adecuado, si redactar un contrato se te hace un mundo, si te preocupa no cobrar religiosamente la renta… Sin duda necesitas los servicios de un API.
Un API (Agente de la propiedad inmobiliaria) es el profesional versado en el mercado inmobiliario.
Si algo hacemos como Apis es ver casas, tasarlas y elaborar contratos. Rara vez solemos defraudar.

Lo que nos diferencia del resto de profesionales del sector es el grado de implicación.